En el estilo indirecto es el narrador quien habla en primera persona y nos va refiriendo tanto las acciones como el diálogo de los personajes sin cederle la voz. Este estilo es poco empleado en literatura, pues tiene menos fuerza que el anterior; sin embargo en técnica expositiva es común emplearlo cuando queremos sintetizar un argumento o incluso un diálogo.
Ejemplo de estilo indirecto, (transformando el texto de Edmundo Valadés):
“La muchacha estaba allí, parecía una caña escapada del cañaveral. Estaba inclinada sobre el pozo, y cuando se agachaba para sacar el agua, el escote de su vestido anticipaba la rotunda insinuación de cada pecho. Los ojos quemantes de don Rafa parecían advertir lo demás. Cóleras y resentimientos de plomo líquido fundían su odio. Todo el rencor concentrado de un instinto en ignición al que se le opone algo.
Don Rafa se había decidido y dijo a Pancho que le buscaran al Cacarizo, que le necesitaba allí prontito…”
Al pasar la oración del estilo directo al indirecto, varía el tiempo de conjugación de los verbos y en ocasiones hasta la persona gramatical. El estilo indirecto puede prestarse más a confusión que el directo.
lunes, 29 de junio de 2009
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