lunes, 29 de junio de 2009

El resumen

La técnica del resumen es bien sencilla, y entre sus pocas condiciones está la de no suprimir lo esencial para dar paso a lo accesorio. Los casos más frecuentes de resumen en los que se suele trabajar son: resumen de un discurso o una conferencia y el de un libro.

RESUMEN DE CONFERENCIA

Por norma general las conferencias constan de una o pocas ideas principales y es sobre ésta, o éstas, sobre las cuales habremos de desarrollar el resumen.
Es indispensable, en estos casos, tomar anotaciones durante la disertación, poniendo mucha atención, para captar y transcribir esas ideas destacadas del discurso o conferencia. Al momento de la elocución habremos de revisar las anotaciones para evaluar esas ideas anotadas y determinar su importancia y su valor, en escala de mayor a menor.
Lo importante del resumen es no generalizar, sino ser específico en esas ideas principales; no afirmar que el expositor habló a cerca de tal o cual tema, sino plantear el tema modular expuesto, haciendo desde luego referencia al expositor, su nombre y su representatividad.
Hay que ser muy claros en lo expuesto, y si no logramos entender con exactitud el mensaje, es mejor trascribirlo textualizado, pues de otra manera corremos el riesgo de confundir al lector.
En el resumen no debemos recurrir a muletillas adjetivadoras, simplemente plantear la importancia de la conferencia o el discurso por la profundidad y enfoque de sus ideas principales.
La idea principal debe constituir la entrada (lead) del discurso o conferencia; pues ella misma será el “gancho” con el que captaremos la atención del lector; e inmediatamente después haremos la referencia al orador o expositor. Más adelante podemos ir presentando las ideas secundarias indispensables para la comprensión de la idea principal ya expuesta.
La extensión del resumen depende de la importancia de la disertación, la actualidad de la temática abordada y la prominencia del expositor, así como del espacio que nuestro medio nos conceda para ello.
Cuando se trata de una conferencia excepcional, se procederá a describir el ambiente en que se desarrolló y los detalles curiosos ocurridos durante el acto, y se citarán los nombres de algunas personalidades importantes que hayan estado presentes.

RESUMEN DE UN LIBRO

Al realizar el resumen de un libro lo primero que debemos hacer es destacar los capítulos más importantes, y sobre ellos trabajar con un cuaderno de anotaciones, transcribiendo los conceptos fundamentales así como el número de página del libro del cual han sido extraídos. No es necesario resumir todos los capítulos, sino los más interesantes.
El resumen debe ordenarse, ofreciendo primero un significado del libro, su valor, su novedad y transcribiendo las ideas originales que aporta. No es necesario respetar el orden dado por el autor, sino el orden de interés, de mayor a menor importancia.
Lo importante es atraer la atención del lector. Finalmente, es indispensable anotar el nombre del autor, título del libro, casa editora que lo publicó, lugar de publicación, año de publicación, número de ISBN, número de páginas y si se conoce, precio del ejemplar.

EJEMPLO DE RESUMEN DE UN LIBRO

Se trata de un resumen del libro “Antes que el tiempo muera en nuestros brazos” de Carlos Elordi; el resumen fue hecho por Javier Pedrera.

“28 voces que refrescan la memoria.
*Carlos Elordi analiza la España de Franco y el inicio democrático.
Las 28 voces registradas, editadas y reunidas por Carlos Elordi en este volumen proporcionan a quienes no conocieron la dictadura franquista ni el proceso de transición a la democracia la oportunidad de escuchar la reconstrucción de aquellos años elaborada por sus coetáneos. Todos los que vivieron total o parcialmente la larga etapa abierta por la victoria de Franco en la Guerra Civil y cerrada por la Constitución de 1978 podrán recuperar también recuerdos semiolvidados en la memoria individual o borrados en la memoria colectiva. Reunidos estos testimonios durante los meses anteriores a las elecciones generales del 3-M, el balance de los trece años de gobierno socialistas y el juego de temores y esperanzas ante el triunfo del Partido Popular (PP) prolongan la evolución del pasado más remoto.
El resultado plenamente logrado de “Antes que el tiempo muera en nuestros brazos” se halla a medio camino entre la creación novelesca y el relato historiográfico. De un lado, las confesiones autobiográficas de los personajes no son invenciones del fabulador, sino transcripciones de hechos reales, confirmables en muchos casos mediante otros registros; de otro, la veracidad básica de ese conjunto de testimonios resulta singularizada por el carácter excéntrico de los comportamientos individuales.
Los creterios para la selección de los entrevistados no podían aplicar, lógicamente, el rigor estadístico de una nueva representativa sicológica. Pero Carlos Elordi no ha reclutado sus personajes de manera arbitraria, sino que ha propuesto recoger una amplísima gama de sensibilidades y experiencias políticas, ideológicas, profesionales, sociales, territoriales y generacionales a través de las siete mujeres y 21 hombres convocados en su libro. En ese amplio elenco de personas hay franquistas nostálgicos, súbditos pasivos de la dictadura, exsindicalistas combativos y antiguos militantes de la oposición clandestina; un magistrado de Justicia Democrática, un obispo de la democracia, un exdirector general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y un alcalde del Partido Nacionalista Vasco (PNV); empresarios dinámicos, trabajadores industriales, amas de casa y jornaleros del campo.
Sin duda, el gran acierto de este excelente libro es haber conseguido que sus 28 voces formen un coro armónico; aun así, cada relato mantiene autonomía suficiente para poder ser apreciado por separado: sirvan de ejemplo los testimonios de Eduardo Zulueta (un diplomático al servicio del régimen durante muchos años que se presentó en el Ministerio de Asuntos Exteriores con corbata negra tras el asesinato de Enrique Ruano en 1969), Pablo Corbalán (el excelente periodista que vivió bajo el franquismo un interminable exilio interior) o Javier Guiráldez (un empresario segoviano que resolvió luchar contra la dictadura mediante la revolución de las costumbres). (Carlos Elordi, “Antes que el tiempo muera en nuestros brazos”, Grijalbo, Barcelona, 1996, 296 páginas, $1,900 pesetas)”.

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