Estilo directo en segunda persona:
“Nunca creíste que fuera capaz de algo así… Siempre tras de ti, mansa y comedida. Cuando llegaron a la vecindad, todos decíamos que eran una pareja fundida. Y es que, cuando tú ibas a decir algo, ella solía completar la frase como en letanía; si por casualidad un día llegabas tarde a casa, la cortina de la ventana dejaba entrever una luz perenne y expectante. Ella era como tu sombra”… (Luis de Colima, “La traición inesperada”).
lunes, 29 de junio de 2009
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